terça-feira, 29 de março de 2011

Exposição sobre Luiz Carlos Prestes na UNISUAM e Palestra com Anita Prestes



Será inaugurada, no próximo dia 5 de abril, exposição em homenagem a Luiz Carlos Prestes no Centro Cultural da UNISUAM, em Bonsucesso, no Rio de Janeiro.

No dia 12 de abril, às 19:00H, no Auditório Amarina Motta, na UNISUAM, a historiadora Anita Leocadia Prestes realizará uma palestra sobre Luiz Carlos Prestes, figura emblemática da história do Brasil e também da história mundial.

A iniciativa para a realização desse evento partiu de Ludmila Oliveira de Lima, graduanda em História pela UNISUAM. Através de sua mobilização, o Instituto Luiz Carlos Prestes, presidido por Anita Prestes, poderá mais uma vez realizar seu incessante trabalho de difusão da memória histórica daquele que dá nome ao instituto.

No dia da palestra, está sendo cogitada a possibilidade da venda de livros correlatos à temática do evento, a cargo da Livraria Consequência.

Fidel classifica bombardeios contra Líbia de "guerra fascista" da Otan

O líder cubano Fidel Castro classificou os bombardeios contra a Líbia de "guerra fascista" e advertiu que, se Muamar Gaddafi resistir, afundará a Otan "na lama da ignomínia", segundo novo artigo publicado nesta terça-feira (29). "Se Gaddafi honrar as tradições de seu povo e decidir combater, como prometeu, até o último alento junto aos líbios que estão enfrentano os piores bombardeios que jamais sofreu um país, afundará a Otan e seus projetos criminosos na lama da ignomínia", escreveu.

No texto de título "A guerra fascista da Otan", Fidel diz que expressa seus pontos de vista com "inteira liberdade, pois não compartilha com o líder desse país concepções políticas ou de carácter religioso".

Fidel compara ainda os bombardeios contra a Líbia com os realizados pela aviação de Hitler contra a Espanha em 1936, e que "agora, no entanto, a desprestigiada e criminosa Otan escreverá uma bela historinha sobre seu 'bombardeio humanitário'".

"Os povos respeitam e acreditam nos homens que sabem cumprir com o dever. Há mais de 50 anos, quando os Estados Unidos assassinaram mais de 100 cubanos com a explosão do navio 'La Coubre', nosso povo proclamou 'Pátria ou Morte'. Cumpriu e está sempre disposto a cumprir com sua palavra", concluiu.


Leia abaixo o texto de Fidel Castro publicado no site CubaDebate


La Guerra Fascista de la OTAN

29 Marzo 2011

No había que ser adivino para saber lo que preví con rigurosa precisión en tres Reflexiones que publiqué en el sitio Web CubaDebate, entre el 21 de febrero y el 3 de marzo: “El plan de la OTAN es ocupar Libia”, “Danza macabra de cinismo”, y “La Guerra inevitable de la OTAN”.

Ni siquiera los líderes fascistas de Alemania e Italia fueron tan sumamente descarados a raíz de la Guerra Civil Española desatada en 1936, un episodio que muchos tal vez hayan recordado en estos días.

Han transcurrido desde entonces casi exactamente 75 años; pero nada que pueda parecerse a los cambios que han tenido lugar en 75 siglos, o si lo desean, en 75 milenios de la vida humana en nuestro planeta.

A veces parece que, quienes serenamente opinamos sobre estos temas, somos exagerados. Me atrevería a decir que más bien somos ingenuos cuando suponemos que todos debiéramos estar conscientes del engaño o la colosal ignorancia a que ha sido arrastrada la humanidad.

Existía en 1936 un intenso enfrentamiento entre dos sistemas y dos ideologías aproximadamente equiparadas en su poder militar.

Las armas entonces parecían de juguete comparadas con las actuales. La humanidad tenía garantizada la supervivencia, a pesar del poder destructivo y localmente mortífero de las mismas. Ciudades enteras, e incluso naciones, podían ser virtualmente arrasadas. Pero jamás los seres humanos, en su totalidad, podían ser varias veces exterminados por el estúpido y suicida poder desarrollado por las ciencias y las tecnologías actuales.

Partiendo de estas realidades, son bochornosas las noticias que se transmiten continuamente sobre el empleo de potentes cohetes dirigidos por láser, de total precisión; cazabombarderos que duplican la velocidad del sonido; potentes explosivos que hacen estallar metales endurecidos con uranio, cuyo efecto sobre los pobladores y sus descendientes perdura por tiempo indefinido.

Cuba expuso en la reunión de Ginebra su posición respecto al problema interno de Libia. Defendió sin vacilar la idea de una solución política al conflicto en ese país, y se opuso categóricamente a cualquier intervención militar extranjera.

En un mundo donde la alianza de Estados Unidos y las potencias capitalistas desarrolladas de Europa, se adueña cada vez más de los recursos y el fruto del trabajo de los pueblos, cualquier ciudadano honesto, sea cual fuere su posición ante el gobierno, se opondría a la intervención militar extranjera en su Patria.

Lo más absurdo de la situación actual es que antes de iniciarse la brutal guerra en el Norte de África, en otra región del mundo a casi 10 000 kilómetros de distancia, se había producido un accidente nuclear en uno de los puntos más densamente poblados del planeta tras un tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9 que a un país laborioso como Japón ha costado ya casi 30 mil víctimas fatales. Tal accidente no habría podido producirse 75 años antes.

En Haití, un país pobre y subdesarrollado, un terremoto de apenas 7 grados en la escala de Richter ocasionó más de 300 mil muertos, incontables heridos y cientos de miles de lesionados.

Sin embargo, lo terriblemente trágico en Japón fue el accidente en la planta electronuclear de Fukushima, cuyas consecuencias están todavía por determinarse.

Citaré solo algunos titulares de las agencias noticiosas:

“ANSA.- La central nuclear de Fukushima 1 está difundiendo “radiaciones extremadamente fuertes, potencialmente letales”, dijo Gregory Jaczko, jefe de la Nuclear Regulatory Commission (NRC), el ente nuclear estadounidense.”

“EFE.- La amenaza nuclear por la crítica situación de una central en Japón tras el sismo, ha disparado las revisiones de la seguridad de las plantas atómicas en el mundo y ha llevado a algunos países a paralizar sus planes.”

“Reuters.- El devastador terremoto de Japón y la profundización de la crisis nuclear podría generar pérdidas de hasta 200.000 millones de dólares en su economía, pero el impacto global es difícil de evaluar por el momento.”

“EFE.- El deterioro de un reactor tras otro en la central de Fukushima siguió alimentando hoy el temor a un desastre nuclear en Japón, sin que los desesperados intentos para controlar una fuga radiactiva abrieran un resquicio a la esperanza.”

“AFP.- Emperador Akihito expresa preocupación por el carácter imprevisible de la crisis nuclear que golpea a Japón tras el sismo y el tsunami que mataron a miles de personas y dejaron a 500.000 sin hogar. Reportan nuevo terremoto en la región de Tokio.”

Hay despachos que hablan de temas más preocupantes todavía. Algunos mencionan la presencia de yodo radiactivo tóxico en el agua de Tokio, que duplica la cantidad tolerable que pueden consumir los niños más pequeños en la capital japonesa. Uno de los despachos habla que las reservas de agua embotellada se están agotando en Tokio, ciudad ubicada en una prefectura a más de 200 kilómetros de Fukushima.

Este conjunto de circunstancias determinan una situación dramática para nuestro mundo.

Puedo expresar mis puntos de vista sobre la guerra en Libia con entera libertad.

No comparto con el líder de ese país concepciones políticas o de carácter religioso. Soy marxista-leninista y martiano, como ya he expresado.

Veo a Libia como un miembro del Movimiento de Países No Alineados y un Estado soberano de los casi 200 de la Organización de Naciones Unidas.

Jamás un país grande o pequeño, en este caso de apenas 5 millones de habitantes, fue víctima de un ataque tan brutal por la fuerza aérea de una organización belicista que cuenta con miles de cazabombarderos, más de 100 submarinos, portaaviones nucleares, y suficiente arsenal para destruir numerosas veces el planeta. Tal situación jamás la conoció nuestra especie y no existía nada parecido hace 75 años cuando los bombarderos nazis atacaron objetivos en España.

Ahora, sin embargo, la desprestigiada y criminal OTAN escribirá una “bella” historieta sobre su “humanitario” bombardeo.

Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos.

Los pueblos respetan y creen en los hombres que saben cumplir el deber.

Hace más de 50 años, cuando Estados Unidos asesinó a más de cien cubanos con la explosión del mercante “La Coubre”, nuestro pueblo proclamó “Patria o Muerte”. Ha cumplido, y ha estado siempre dispuesto a cumplir su palabra.


“Quien intente apoderarse de Cuba -exclamó el más glorioso combatiente de nuestra historia- solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre”.


Ruego se me excuse la franqueza con que abordo el tema.

Fidel Castro Ruz

Marzo 28 de 2011

segunda-feira, 28 de março de 2011

EUA e aliados querem legitimar doutrina da intervenção humanitária

As razões pelas quais Estados Unidos, França e Inglaterra dediciram liderar uma ação militar na Líbia contra o regime de Muammar Kadafi ainda não estão muito claras. Os ataques realizados já ultrapassaram os limites de uma "zona de exclusão aérea", tal como previsto na resolução aprovada pela ONU. Em entrevista à Carta Maior, o historiador e cientista político Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira analisa as revoltas populares que estão acontecendo no Oriente Médio e no norte da África. Sobre o conflito líbio, ele avalia que as razões da posição de EUA, França e Inglaterra não estão muito claras e podem estar relacionadas a questões internas destes países e também à vontade de legitimar a doutrina da intervenção humanitária.

Marco Aurélio Weissheimer



As razões pelas quais Estados Unidos, França e Inglaterra dediciram liderar uma ação militar na Líbia contra o regime de Muammar Kadafi ainda não estão muito claras. Os limites desta ação determinados pela resolução aprovada no Conselho de Segurança das Nações Unidas falavam da instalação de uma "zona de exclusão aérea" com o objetivo de proteger a população civil dos ataques dos aviões de Kadafi. Mas esses limites já foram extrapolados, com ataques no solo a tanques e tropas leais ao governo líbio. O que, afinal, está por trás desta ação?



Em entrevista à Carta Maior, concedida por correio eletrônico, o historiador e cientista político Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira analisa as revoltas populares que estão acontecendo no Oriente Médio e no norte da África. Sobre o conflito líbio, Moniz Bandeira reconhece que as razões da posição de EUA, França e Inglaterra não estão muito claras e podem estar relacionadas a questões internas destes países e também à vontade de legitimar a doutrina da intervenção humanitária.



"Os objetivos não estão claros. A guerra foi praticamente iniciada pelo presidente da França, Nicolas Sarkozy. Supõe-se que ele deseja evitar que uma guerra civil na Líbia provoque um grande fluxo de refugiados para o sul da França. Mas há outras hipóteses. Tanto na França como nos Estados Unidos, cujos presidentes estão muito desgastados, bem como na Inglaterra, motivos eleitorais provavelmente influíram na decisão de deflagrar a guerra. O petróleo, aparentemente, não foi um fator decisivo", avalia.



Cientista político e professor titular de história da política exterior do Brasil na UnB (aposentado), Moniz Bandeira é autor de mais de 20 obras, entre as quais "Formação do Império Americano", que lhe valeu a escolha de Intelectual do Ano 2005, pela União Brasileira de Escritores, e o Troféu Juca Pato. Em abril deve estar nas livrarias a 3ª edição de seu livro "Brasil-Estados Unidos: a rivalidade emergente", prefaciado pelo embaixador Samuel Pinheiro Guimarães.



Carta Maior: Na sua avaliação, quais são as principais causas das revoltas que estamos assistindo hoje no Oriente Médio e norte da África?



Moniz Bandeira: É difícil apontar os principais fatores que determinaram e determinam a eclosão das revoltas nos países árabes. São diversos e complexos. E tudo indica que são autóctones, não obstante o fenômeno do contágio. O sucesso do levante na Tunisia estimulou o alçamento no Egito e daí se alastrou, conforme as condições domésticas de cada um dos países da região. Há, decerto, diferenças históricas, sociais e políticas entre os dois países. Suas estruturas de Estados e instituições são diferentes. Ao contrário da Tunísia, o Egito é o mais populoso país árabe e o mais importante, do ângulo geopolítico e geoestratégico, no Oriente Médio. Entretanto, nos dois países, há uma juventude, com certo nível de educação e saúde que não encontra emprego ou ocupação adequada à sua capacitação.



A Tunísia tem uma população de cerca de 10,4 milhões de habitantes, altamente alfabetizada e urbanizada e apenas 3,8% vivem abaixo do nível de pobreza. Porém, com uma força de trabalho de quase 4 milhões de pessoas, o nível de desemprego, da ordem de 14%, é muito elevado. O Egito, por sua vez, tem uma população de 76,5 milhões de habitantes, dos quais cerca de 20% a 25% vivem abaixo do nível de pobreza. Sua força de trabalho soma 26,1 milhões, mas o índice de desemprego, da ordem de 9.7%, é bastante elevado. Apesar de haver crescido 5% nos últimos anos, sua economia não conseguiu criar empregos conforme as necessidades da população. A juventude está seriamente afetada pelo desemprego. Cerca de 90% dos desempregados são jovens com menos de 30 anos. Os graduados têm de esperar pelo menos cinco anos por uma oportunidade de trabalho na administração. E as políticas neoliberais executadas pelo ditador Hosni Mubarak agravaram as desigualdades e um empobrecimento de milhões de famílias.



As oportunidades de trabalho, desde há muitas décadas, crescem muito menos do que a taxa de crescimento da população. Entrementes, no campo, há algumas regiões com excesso de força de trabalho, e outras com carência. E os regimes tanto na Tunísia e quanto no Egito estavam politicamente estagnados, sob ditaduras corruptas e brutais de Zine el-Abidine Ben Ali e de Hosni Mubarak. Esse fato, em meio à ao desemprego, extrema pobreza, inflação, alta dos preços dos alimentos e o ressentimento político provocado pela sistemática repressão, foi aparentemente fundamental na deflagração das revoltas, que, sem dúvidas, seitas islâmicas fundamentalistas, como a Irmandade Muçulmana no Egito, e interesses estrangeiros trataram e tratam de aproveitar.



Carta Maior: Essas revoltas pegaram os Estados Unidos e seus aliados de surpresa, desestabilizando suas políticas na região, ou a turbulência atual não representa risco maior para eles?



Moniz Bandeira: Muito provavelmente as revoltas na Tunísia e também no Egito surpreenderam os Estados Unidos e a todos os países do Ocidente. Durante algumas semanas o governo de Washington nada disse sobre a sublevação na Tunísia. E, quando Hilary Clinton, viajou para Tunis, dois meses após a derrubada do ditador, ocorreram demonstrações contra a sua visita. Se houvesse consciência do que estava a acontecer, a secretária de Estado não haveria declarado, quando o levante começou no Cairo, "Our assessment is that the Egyptian government is stable and is looking for ways to respond to the legitimate needs and interests of the Egyptian people." Esta avaliação de que o regime de Mubarack era estável demonstra o grau de desconhecimento que o governo dos Estados Unidos tinha da real situação no Egito. Que havia descontentamento, sabia-se, mas não a sua extensão nem o que poderia provocar.



É claro que tal turbulência representa um risco para os Estados Unidos e para a União Européia, pois não se pode descartar a possibilidade de que a Irmandade Muçulmana, a única força organizada no Egito, vença as eleições e assuma o governo e que os fundamentalistas islâmicos venham a predominar, de alguma forma, nos outros países árabes.



Carta Maior: Como o sr. vê o que está acontecendo na Líbia agora? Trata-se de uma revolta popular em busca de mais democracia no país, ou de uma insurreição de outra natureza?



Moniz Bandeira: O que se sabe sobre a Líbia é que ninguém sabe de fato o que lá está acontecendo. Há muita contra-informação e informações fragmentadas e confusas, manipuladas pela grande mídia internacional. Winston Churchill, o ex-primeiro ministro britânico, escreveu em suas memórias quem tempos de guerra a verdade é tão preciosa que deve estar sempre escoltada por uma frota de mentiras. E o certo é que em nenhum desses países árabes, há uma consciência democrática, tal como se imagina no Ocidente. Há apenas uma idéia difusa e confusa. Não há tradição e as condições históricas, políticas e culturais são diversas das que terminaram o desenvolvimento da democracia no Ocidente.



A democracia para os povos árabes, que se insurgem no norte da África e no Oriente Médio, significa maiores oportunidades de trabalho, de participação política, liberdade de expressão e melhoria econômica e social. E, na Líbia, como na Tunísia e no Egito, a elevação preço dos alimentos fomentou o descontentamento, ao agravar as condições sociais e políticas lá existentes. E ela sofreu o efeito do contágio. A Líbia tem 6,5 milhões de habitantes, dos quais 43% são urbanizados, mas o desemprego é da ordem de 30% e um terço da população vive abaixo da linha de pobreza. Importa 75% dos alimentos e as exportações de petróleo respondem por cerca de 95% de sua receita comercial e 80% da receita do governo.



A situação da Líbia, porém, é ainda mais complexa do que na Tunísia e no Egito. Gaddafi assumiu o poder em 1969. Com um golpe militar derrubou o rei Idris, da seita Senussi, fundada no século XIX, em Meca, por sayyd Muhhammad ibn Ali as-Senussi, da tribo Walad Sidi Abdalla e sharif, i. e., descendente da Fatmimah, filha de Maomé. Desde então, Gaddafi buscou impor à Líbia um só partido. Mas a Líbia, diferentemente da Tunísia e do Egito, é uma nação que ainda não se consolidou. É o mais tribal entre os países árabes. Pode-se dizer que é um Estado semi-tribal. Sua estrutura rural é praticamente assentadas em tribos nômades e semi-nômades, muito segmentadas Lá existem mais de 140 tribos e clãs. Gaddafi , no início, tentou reduzir a influências da tribos, mas posteriormente teve de fazer alianças e manipular a fidelidade das tribos para manter sua ditadura.



A tribo de Gaddafi, Ghadafa (Qadhadhfah) é de origem bérbere-árabe e aliou-se à confederação Sa'adi, liderada por Bara'as (a tribo da esposa de Gaddafi, Farkash al-Haddad al-Bara'as). Os conflitos entre as forças do governo de Gaddafi e outras tribos – as tribos Zawiya e Toubou - começaram entre 2006 e 2008, no oasis de Kufra, localizado no sudeste da Libia, 950 quilômetros ao sul de Benghasi, perto da fronteira com o Egito, Sudão Chad. Benghasi, onde a rebelião começou, está na Cirenaica, antiga província romana (Pentapolis) e tradicionalmente separatista, na parte oriental da Líbia. Misurata é a única cidade na Tripolitânia, oeste da Líbia, que habita a tribo Warfallah, o maior grupo tribal, dividido em 52 sub-tribos, com cerca de um milhão pessoas. Essa tribo foi levada para a Líbia, no século XI, pelos Fatimidas, por motivos políticos. A ela está aliada a tribo Az-Zintan, que habita as montanhas ocidentais, entre as cidades bérberes, Jado, Yefren e Kabaw. E essas tribos romperam com o governo de Gaddafi, insurgiram-se e sustentam a rebelião. Não há indício de que houve estímulo direto do estrangeiro quando ela começou. Porém, em seguida, seguramente, houve participação externa, contrabandeando armamentos para os rebeldes em Benghazi. O contrabando continua. Mas a rebelião conta com o apoio do Grupo de Combate Islâmico, cujos membros estão estreitamente ligados a Bin Laden e podem tentar a tomada do governo, com a queda de Gaddafi. Tudo indica que a oposição à ditadura de Gaddafi está mais alinhada com a al’Qaida. Sob o comando de Abu Yahya Al- Libi, os jhadistas do Grupo Islâmico de Combate (Al-Jama'ah al-Islamiyah al-Muqatilah bi-Libia) já tinham se levantado contra o regime em 1990 e o centro da rebelião, atualmente, são as cidades de Benghazi e Darnah, onde eles se haviam concentrado e ocorrerem os levantes em 1990.



Muitos islamistas radicais, exilado por Gaddafi, estão a voltar, entrando pelas fronteiras de Mali, Egito e outras. Os rebeldes, saudados pelos americanos como freedom fighters, não são, certamente, democratas. Um estudo da Academia Militar dos Estados Unidos, em 2007, indicou que do leste da Líbia saiu uma grande contribuição para a al-Qaeda no Iraque. Em tais circunstâncias, tudo pode acontecer na Líbia, com a prevalência e a desordem política, pior do que no Iraque e no Afeganistão.



Os Estados Unidos, França e Inglaterra não têm como controlar a situação. A razão pela qual esses países estão apoiar os rebeldes islamistas não está muito clara. O mais provável é que queiram legitimar a doutrina da intervenção humanitária, tal como ocorreu no Kosovo e Sierra Leoa. Há uma contradição inexplicável de interesses em jogo. E não sem razão o ex-presidente Bill Clinton, ao visitar o Brasil, em 25 de março, declarou, a respeito do que os Estados Unidos, França e Inglaterra estão a fazer na Líbia.: "Vai ser mais difícil construir estabilidade nesses países do que foi para derrubar a velha ordem. Então agora acho que estão atirando em uma incerteza".



Carta Maior: E quanto à resolução aprovada pela ONU, qual sua opinião?



Moniz Bandeira: A resolução aprovada Conselho de Segurança viola a própria carta das Nações Unidas. O art. 2, do Cap. I, estabelece que “nenhuma disposição da presente Carta autorizará as Nações Unidas a intervir em assuntos que dependam essencialmente da jurisdição interna de qualquer Estado, ou obrigará os membros a submeterem tais assuntos a uma solução, nos termos da presente Carta; este princípio, porém, não prejudicará a aplicação das medidas coercitivas constantes do capítulo VII”. E o art. 42 do Capítulo VII dispõe que, se o Conselho de Segurança, considerar que “as medidas previstas no artigo 41 seriam ou demonstraram ser inadequadas (interrupção completa ou parcial das relações econômicas, dos meios de comunicação ferroviários, marítimos, aéreos, postais, telegráficos, radio-elétricos, ou de outra qualquer espécie, e o rompimento das relações diplomáticas), poderá levar a efeito, por meio de forças aéreas, navais ou terrestres, a ação que julgar necessária para manter ou restabelecer a paz e a segurança internacionais. Tal ação poderá compreender demonstrações, bloqueios e outras operações, por parte das forças aéreas, navais ou terrestres dos membros das Nações Unidas”.



Está bem claro que as operações militares aéreas, navais ou terrestres dos membros das Nações Unidas só poderão ocorrer caso sejam necessárias “para manter ou restabelecer a paz e a segurança internacionais”. O que ocorria na Líbia era uma questão interna, não ameaçava a paz e a segurança internacionais. O ataque a um país soberano é uma guerra. Não há nenhuma força multilateral. E os Estados Unidos, França e Inglaterra foram além de estabelecer uma no-fly zone para proteger civis. Como proteger civis, matando civis com mísseis lançados contra as cidades da Líbia? É o que continua a acontecer no Iraque, Afeganistão e Paquistão. Os civis são os mais sacrificados.



No Afeganistão, somente em 2009, foram mortos por bombardeios cerca de 2.412 , 14% mais do que em 2008. Entre 2005 e 2008, as forças dos Estados Unidos e outras da OTAN mataram entre 2.699 e 3.273. No Iraque, calcula-se que, de 2003, quando a guerra começou, até 2007 mais de um milhão de civis foram mortos. E calcula-se que cerca de 700 civis foram pelos bombardeios americanos desde 2006. Segundo o Conflict Monitoring Center (CMC), em Islamabad, somente em 2011 mais de 2.000 pessoas foram mortas, a maioria das quais inocentes civis.



Na realidade, na Líbia, Estados Unidos, França a Inglaterra estão a participar da guerra civil, apoiando os rebeldes, como a Alemanha nazista fez durante a guerra civil na Espanha (1936-1939), quando bombardearam não apenas Guernica, mas diversas outras cidades, estreando seus bombardeiros Junkers Ju 52 e Heinkel He 111, bem como os caças Messerschmitt e Junkers Ju 87, que destruíram 386 aviões dos republicanos. Os navios de guerra dos Estados Unidos e da Inglaterra já lançaram contra a Libia, para a destruir as defesas de Gaddafi, cerca de 124 mísseis de cruzeiro. Cada um custa US1 milhão e o novo modelo US$ 2 milhões. No primeiro dia da Operation Odyssey Dawn os gastos dos Estados Unidos apenas com mísseis chegaram a US$100 milhões.



Carta Maior: Neste cenário, não é fácil precisar quais os objetivos dos Estados Unidos, França e Inglaterra no ataque às forças de Gaddafi, ajudando os rebeldes...



Moniz Bandeira – Os objetivos não estão claros. A guerra foi praticamente iniciada pelo presidente da França, Nicolas Sarkozy. Supõe-se que ele deseja evitar que uma guerra civil na Líbia provoque um grande fluxo de refugiados para o sul da França. Mas há outras hipóteses. Tanto na França como nos Estados Unidos, cujos presidentes estão muito desgastados, bem como na Inglaterra, motivos eleitorais provavelmente influíram na decisão de deflagrar a guerra. O petróleo, aparentemente, não foi um fator decisivo. A França somente importa 5,63% do petróleo da Líbia, mas, possivelmente, deseja assegurar para seu abastecimento, durante o século XXI, as vastas reservas lá existentes, estimadas em 41 bilhões de barris, conquanto representem menos de 2% das reservas mundiais. Os países que mais importam o óleo da Líbia são Itália, entre 18,9% e 22%; China, 10,4%; Alemanha, entre 7,8 e 9,7. Porém, as operações na Líbia, de onde só importa 0,6% de petróleo, poderão custar para os Estados Unidos um montante entre US$ 400 milhões e US$ 800 milhões, de acordo com o Center for Strategic and Budgetary Assessments, enquanto os gastos no Afeganistão já ultrapassam US$377 bilhões.



Calcula-se que a guerra contra a Líbia custará para os Estados Unidos US$ 1 bilhão por semana. E o Pentágono necessita este ano de mais US$ 708 bilhões, incluindo U$ 159 para as guerra no Iraque e Afeganistão. Entrementes, em março, o déficit orçamentário atingiu o montante recorde de US$ 222,5 bilhões.



E o Departamento do calcula que através dos cinco meses do ano fiscal de 2011 o déficit cumulativo seja de U$ 641, bilhões. Entretanto, pelo menos 50.000 americanos carecem de recursos básicos de saúde, e cerca de 50.000 morrem em conseqüência, todos os anos.



No Reino Unido, ao mesmo tempo em que corta das despesas públicas £95 bilhões, a pretexto de reduzir, e cria um milhão de desempregados, o governo conservador de David Cameron gasta em torno de £3 milhões por dia, com as operações aéreas contra as forças de Gaddafi. A missão de uma aeronave custa por hora £35.000 e £50.000. O total diário é £200.000 por avião. Estima-se que o custo para os contribuintes inglêses alcançará £100 milhões dentro de seis semanas. Os mísseis Tomahawk, comprados dos Estados Unidos, custam £500,000 cada e os mísseis Storm Shadow custam £800,000 cada. A manutenção do submarino HMS Triumph, que dispara os mísseis contra a Líbia, custa cerca de £200,000 por dia. E aí os custos disparam.



Carta Maior: O presidente dos EUA, Barack Obama autorizou o início dos bombardeios contra a Líbia durante sua visita ao Brasil. Qual sua avaliação sobre essa visita e, de um modo mais geral, sobre a política externa do governo Obama. Houve alguma mudança significativa em relação aquela praticada pelo governo Bush?



Moniz Bandeira: O que está por trás de do presidente Barack Obama é o mesmo Complexo Industrial-Militar que sustentou o presidente George W. Bush. Ele deu continuidade às guerras no Afeganistão e no Iraque, onde ainda mantém cerca de 40 soldados, além dos mercenários (contractors) das private military company (PMC), como a Halliburton, Blackwater e outras. E não contente em continuar as guerras no Afeganistão e no Iraque, deu início a uma terceira, na Líbia. E aí tudo indica que a decisão inicial, após conversar com o presidente Sarkozy, foi tomada pela secretária de Estado, Hilary Clinton, e Obama simplesmente autorizou. Na realidade, ela se sobrepõe ao presidente Obama e é quem está efetivamente conduzindo a política internacional dos Estados Unidos, de modo a atender aos setores mais conservadores do Partido Democrata e aumentar sua popularidade, para candidatar-se outra vez à presidência dos Estados Unidos.



Quanto à visita do presidente Obama ao, não representou qualquer mudança na política externa dos Estados Unidos nem nas relações com o Brasil. Foi uma visita protocolar, ele nada pôde nem tinha o que oferecer ao Brasil, cuja diretriz de política externa a presidente Dilma Roussef essencialmente mantém. O voto em favor de um delegado da ONU para verificar a questão dos direitos humanos na Irã é um fato isolado e não representa uma alteração fundamental na posição do Brasil.


FONTE: Carta Maior

EUA e aliados cometem crimes monstruosos na Líbia

Por Miguel Urbano Rodrigues

Na Líbia de hoje, tal como sucedeu na Jugoslávia, no Iraque ou no Afeganistão, as “missões humanitárias” do imperialismo deixam um hediondo rasto de morte e destruição. Apesar do silêncio, da manipulação e da mentira dos grandes media internacionais e nacionais, a barbaridade da agressão imperialista contra o povo líbio começa a surgir em toda a sua criminosa dimensão.

Os EUA e os seus aliados repetem na Líbia crimes contra a humanidade similares aos cometidos no Iraque e no Afeganistão.

A agressão ao povo líbio difere das outras apenas porque o discurso que pretende justificá-la excede o imaginável no tocante à hipocrisia.

A encenação prévia, pela mentira e perfídia, traz à memória as concebidas por Hitler na preparação da anexação da Áustria e das campanhas que precederam a invasão da Checoslováquia e da Polónia.

Michel Chossudovsky, James Petras e outros escritores progressistas revelaram em sucessivos artigos - citando fontes credíveis - que a rebelião de Benghazi foi concebida com grande antecedência e minúcia e alertaram para o papel decisivo nela desempenhado pelos serviços de inteligência dos EUA e do Reino Unido.

A suposta hesitação dos EUA em apoiar a Resolução do Conselho de Segurança da ONU que criou a chamada zona de «Exclusão Aérea», e posteriormente, em assumir a «coordenação das operações militares» foi também uma grosseira mentira. Farsa idêntica caracterizou o debate em torno da transferência para a NATO do comando da operação dita «Amanhecer de Odisseia», titulo que ofende o nome e a epopeia do herói de Homero.

O Pentágono tinha elaborado planos de intervenção militar na Líbia muito antes das primeiras manifestações em Benghazi, quando ali apareceram as bandeiras da monarquia fantoche inventada pelos ingleses após a expulsão dos italianos. Tudo isso se acha descrito em documentos (alguns constantes de correspondência diplomática divulgada pela Wikileaks) que principiam agora a ser tornados públicos por webs alternativos.

OS CRIMES ENCOBERTOS

Os discursos dos responsáveis pela agressão ao povo líbio e a torrencial e massacrante campanha de desinformação montada pelos grandes media ocidentais, empenhados na defesa e apologia da intervenção militar, são diariamente desmentidos pela tragédia que se abateu sobre a Tripolitania, ou seja o ocidente do país controlado pelo Governo.

Hoje não é mais possível desmentir que o texto da Resolução do CS - que não teria sido aprovado sem a abstenção cúmplice da Rússia e da China – foi desafiadoramente violado pelos Estados agressores.

Os ataques aéreos não estavam previstos. Mas foram imediatamente desencadeados pela força aérea francesa e pelos navios de guerra dos EUA e do Reino Unido que dispararam em tempo mínimo mais de uma centena de mísseis de cruzeiro Tomahwac sobre alvos muito diferenciados.

Têm afirmado repetidamente os governantes dos EUA do Reino Unido, da França, da Itália que a «intervenção é humanitária» para proteger as populações e que «os danos colaterais» por ela provocados são mínimos.

Mentem consciente e descaradamente.

As «bombas inteligentes» não são cegas. Têm atingido, com grande precisão, depósitos de combustíveis e de produtos tóxicos, pontes, portos, edifícios públicos, quartéis, fábricas, centrais eléctricas, sedes de televisões e jornais. Reduziram a escombros a residência principal de Muamar Khadafi.

Um objectivo transparente foi a destruição da infra-estrutura produtiva da Líbia e da sua rede de comunicações.

Outro objectivo prioritário foi semear o terror entre a população civil das áreas bombardeadas.

Afirmaram repetidas vezes o secretario da Defesa Robert Gates e o secretario do Foreign Ofice, William Haggue que as forças daquilo a que chamam a «coligação» mandatada pelo Conselho de Segurança, não se desviaram das metas humanitárias de «Odisseia». Garantem que o número de vítimas civis tem sido mínimo e, na maioria dos bombardeamentos cirúrgicos, inexistente.

Não é o que informam os correspondentes de alguns influentes media ocidentais e árabes.

Segundo a Al Jazeera e jornalistas italianos, o «bombardeamento humanitário» de Adhjedabya foi na realidade uma matança sanguinária, executada com requintes de crueldade.

Outros repórteres utilizam a palavra tragédia para definir os quadros dantescos que presenciaram em bairros residenciais de Tripoli.

Generais e almirantes norte-americanos e britânicos insistem em negar que instalações não militares ou afins tenham sido atingidas. É outra mentira. As ruínas de um hospital de Tripoli e de duas clínicas de Ain Zara, apontadas ao céu azul do deserto líbio, expressam melhor do que quaisquer palavras a praxis dos «bombardeamentos humanitários». Jornalistas que as contemplaram e falaram com sobreviventes do massacre, afirmam que em Ain Zara não havia um só militar nem blindados, sequer armas.

Numa tirada de humor negro, no primeiro dia da agressão, um oficial dos EUA declarou que a artilharia anti aérea líbia ao abrir fogo contra os aviões aliados que bombardeavam Tripoli estava a «violar o cessar-fogo» declarado por Khadafi.

Cito o episódio por ser expressivo do desvario, do farisaísmo, do primarismo dos executantes da abjecta agressão ao povo líbio, definida como «nova cruzada» por Berlusconi, o clown neofascista da coligação ocidental.

Khadafi é o sucessor de Ben Laden como inimigo número um dos EUA e dos governantes que há poucos meses o abraçavam ainda fraternalmente.

O dirigente líbio não me inspira hoje respeito. Acredito que muitos dos seus compatriotas que participam na rebelião da Cirenaica e exigem o fim do seu regime despótico actuam movidos por objectivos louváveis.

Mas invocar a personalidade e os desmandos de Muamar Khadafi no esforço para apresentar como exigência de princípios e valores da humanidade a criminosa agressão ao povo de um país soberano é o desfecho repugnante de uma ambiciosa estratégia imperialista.

O subsolo líbio encerra as maiores reservas de petróleo (o dobro das norte-americanas) e de gás da África. Tomar posse delas é o objectivo inconfessado da falsa intervenção humanitária.

É dever de todas as forças progressistas que lutam contra a barbárie imperialista desmascarar a engrenagem que mundo afora qualifica de salvadora e democrática a monstruosa agressão à Líbia.

A Síria pode ser o próximo alvo. Isso quando não há uma palavra de crítica às monarquias teocráticas da Arábia Saudita, do Bahrein, dos Emirados.

Uma nota pessoal a terminar. Os líderes da direita Europeia, de Sarkozy e Cameron à chanceler Merkel, cultivam nestes dias – repito - o discurso da hipocrisia. Nenhum, porém, consegue igualar na mentira e na desfaçatez a oratória de Barack Obama, que, pelos seus actos, responderá perante a História pela criminosa política externa do seu país, cujo povo merecia outro presidente.

Vila Nova de Gaia, 26 de Março de 2011

FONTE: http://www.odiario.info/?p=2022

sábado, 26 de março de 2011

Homenagem aos presos políticos da ditadura na Argentina

Depois do Chile e do Uruguai em 1973, a Argentina – onde o primeiro golpe, de 1966, tinha fracassado – se somou ao circulo de ferro do terror, em 24 de março de 1976 – há 35 anos. Da mesma forma que os outros golpes, com o espantalho de que a democracia estava em perigo, que se tratava de movimentos organizados do exterior, que se dava um golpe para salvar a democracia, mas instalaram brutais ditaduras militares. (EMIR SADER)





HOMENAGEM

Hugo Soriani - Página/12(*)



Não nomearei a ninguém porque estas linhas são para todos. Alguns já não estão conosco porque morreram nestes últimos anos, e outros morreram na prisão, fuzilados pela repressão ou pela pena.

Vou lembrar os presos políticos da ditadura militar.

Eram mais de dez mil pessoas que tinham sido detidas antes do nefasto 24 de março. Logo já não houve mais presos políticos, somente desaparecidos.

Nestas prisões conviveram nove, dez, doze anos, rapazes de vinte anos, pouco mais pouco menos, com homens de cinquenta, às vezes de sessenta, pelos quais os mais jovens sentiam devoção e respeito já que vinham de outras lutas, sobreviventes de um país assolado pelas ditaduras.

Eles tinham lutado contra a de Lanusse, e alguns contra a de Onganía, e contavam experiências que os mais jovens escutavam com avidez, curiosidade e impaciência.

Não nomearei a ninguém porque foram todos os que, hora após hora, dia após dia, ano após ano, resistiram em conjunto à política de extermínio que se instrumentou para destruí-los. Os que inventaram um código para se comunicar no silêncio, os que violaram todas e cada uma das regras e proibições que os guardas impunham diariamente. Os que com valentia, engenho e audácia inventaram os truques necessários para sobreviver sem perder suas convicções.

Os que não assinaram nenhuma nota de arrependimento, apesar das represálias.

Os que na obscuridade dos calabouços de Rawson foram golpeados até desmaiar e reanimados com água gelada em madrugadas com quinze graus abaixo de zero, para logo deixa-los nus e repetir a história no outro dia, no outro e no outro.

Os que denunciaram suas torturas ao monsenhor Tortolo, no cárcere de La Plata, e escutaram como resposta que “Videla é ouro em pó” dos lábios do monsenhor. Os que escreveram minúsculas notas em finíssimo papel de cigarros para comunicar ao exterior o que acontecia atrás dos muros.

Os que, em dias de fome, compartilhavam a comida escassa.

Os que golpearam os jarros de metal contra as grades festejando o triunfo da Revolução Sandinista na Nicarágua, em julho de 1979, apesar dos golpes e gritos dos carcereiros, que tratavam de impedi-los.

Os que choraram a morte de John Lennon, em dezembro de 1980, porque junto a ele imaginaram que não eram os únicos sonhadores.

Os que, no cárcere de Magdalena, conheceram em pessoa a ferocidade do general Bussi, antes que fosse o célebre carniceiro de Tucumán.

Os que foram reféns em Córdoba durante o mundial, sob ameaça de fuzilamento, enquanto os genocidas se abraçavam com Menotti.

Os que foram retirados do pavilhão da morte na prisão de La Plata e, sabendo que iam ser fuzilados, se despediram de seus companheiros cantando suas consignas.

Os que sobreviveram nesse pavilhão e denunciaram o que estava acontecendo, pondo em risco suas vidas.

Os que no pátio da prisão de Córdoba viram morrer companheiros e não baixaram o olhar, como queriam os policiais, para humilhá-los.

As mulheres presas no cárcere de Devoto, que durante anos resistiram a práticas vexatórias. Essas mesmas mulheres que, inteiras e dignas, já livres, escreveram um livro imprescindível: Nós, presas políticas.

Os que na prisão de Caseros viveram amontoados em celas miseráveis, sem saber quando era noite ou quando era dia.

Os que não perderam o humor, sobretudo o humor negro, e riram de suas próprias desgraças.

Os que, em julho de 1983, na prisão de Rawson, com mais coragem que inteligência, decidiram acompanhar o jejum que Pérez Esquivel realizava em Buenos Aires, sem que ninguém, mas ninguém soubesse o que estavam fazendo. E continuaram o jejum dez dias mais do que ele porque, devido ao isolamento a que estavam submetidos, não souberam que o Prêmio Nobel já havia suspendido a greve ao conseguir seus objetivos.

Os que escreviam más poesias, mas foram poetas.

Os que sabiam de memória o Gênesis ou o Êxodo, porque a Bíblia foi a única leitura permitida. E às vezes nem isso.

Os que cantaram, desenharam, sonharam e atuaram, inventando a maneira de se esquivar da morte ou da loucura.

Os que em todas as prisões, em todas, só tiveram durante anos uma parede branca a dois metros de distância como único horizonte.

Os que durante nove, dez, doze anos não fizeram amor nem tomaram um copo de vinho ou uma taça de café.

Os que não viram crescer seus filhos.

Os que saíram com a roupa do corpo e sem ter uma casa para onde ir ou um trabalho para sobreviver.

Os que foram recebidos com desconfiança, porque eram sobreviventes.

Os que sentiam toda a culpa do mundo por esse mesmo motivo.

Para todos eles, presos políticos da ditadura, que hoje, há trinta e cinco anos do golpe militar, são testemunhas dos julgamentos dos genocidas, militantes em seus bairros, representantes em seus trabalhos, funcionários comprometidos e trabalhadores da política em seu sentido mais nobre, qualquer que seja o lugar para onde a vida os levou. Para eles, estas linhas de lembrança e de homenagem.

(*) Gerente geral do jornal Página/12, ex-preso político, lutou contra a ditadura argentina.
Tradução: Marco Aurélio Weissheimer

sexta-feira, 25 de março de 2011

HISTÓRIA E PERSPECTIVAS DA REVOLUÇÃO CUBANA

UM DIA DE DEBATES SOBRE OS AVANÇOS, AJUSTES E PROJETOS DA TRAJETÓRIA E DAS EXPECTATIVAS E ESPERANÇAS DA REVOLUÇÃO SOCIALISTA CUBANA


Local: Sindicato dos Engenheiros (Auditório) Avenida Rio Branco, 277 - 17º andar - Cinelândia

         Quando: 02/04/2011

Abertura: 9h

Historia da Revolução Cubana

Horário: 09h30

Expositores:

Luis Mergulhão (Professor), Carlos Barão (CAL/ACJM) e Nívia Regina (MST)

Comentarista: Aldo Fidel Cruces Amaro (Cônsul de Cuba)

Moderadora: Maria M. Torbisco (ANCREB - JM)



Conjutura atual da Revolução Cubana

Horário: 14:00h

Expositores:

Marco Antonio V. Santos (CECAC), Antonio Cicero Sousa (CEPPES) e Ricardo Quiroga (MORENA)

Comentarista: Ariel Terrero Escalante (Jornalista cubano)

Moderador: Marcelo Durão (MST)



Perspectivas da Revolução Cubana

Horário: 16h

Expositores:

Zuleide Faria (ACJM), Mario Augusto Jakobskind (Jornalista/Escritor) e Modesto da Silveira (Advogado)

Comentarista: Lázaro Méndez (Cônsul Geral de Cuba)

Moderador: Raymundo de Oliveira (CAL/ACJM)


Entidades Promotoras:

Associação Cultural José Martí (ACJM)

Casa da América Latina (CAL)

Centro Cultural Antonio Carlos Carvalho (CECAC)

Centro de Educação Popular e Pesquisas Econômicas e Sociais (CEPPES)

MORENA - Movimentos Bolivarianos

Movimento dos Sem Terra (MST)

Associação Nacional de Cubanos Residentes no Brasil (ANCREB-JM)

terça-feira, 22 de março de 2011

Por que a direita quer matar Marx, aqui, agora e sempre?

Um fantasma ronda permanentemente o mundo burguês. É preciso matar Marx. A própria burguesia já afirmou, repetidas vezes, não apenas a morte do revolucionário alemão, mas a vitória definitiva do capitalismo. Marx irritantemente para ela permanece atual. E permanece porque apesar dos discursos apologéticos burgueses o capitalismo não resolveu, e nem poderá, sem se negar, as contradições que levam este modo de produção e de vida a ser incompatível com a imensa maioria das populações em escala planetária. O capitalismo para existir necessita destruir, sem cessar, culturas, historicidades, modos de vida. Porque não consegue eliminar seus opositores? Guevara questionado sobre seu radicalismo respondeu que não era radical, a realidade é que era. E é essa radicalidade – produzida pela tentativa capitalista de tornar dispensável a imensa maioria do planeta – que permite – exige, melhor dito – que povos e culturas, historicidades e experiências de classe não apenas sobrevivam, mas entrem em contradição e luta com seus dominantes.

FONTE: DIAS, Edmundo Fernandes. "Marx e Gramsci: sua atualidade como educadores". In: Marx, Gramsci e Vigotski: aproximações. Organizadores: Sueli Guadalupe de Lima Mendonça, Vandei Pinto da Silva e Stela Miller. Araraquara, SP: Junqueira&Marin; Marília, SP: Cultura Acadêmica, 2009, p. 23-24.

segunda-feira, 21 de março de 2011

ONU: dois pesos, duas medidas


Por Larissa Ramina



A Líbia foi o primeiro país em toda a história do Conselho de Direitos Humanos da ONU a ser suspenso de suas atividades por violação dos direitos humanos. Seria a Líbia o primeiro Estado a ocupar uma cadeira no Conselho a violar aqueles direitos? O que dizer das prisões norte-americanas em Guantânamo e da expulsão dos ciganos na França, para citar só dois exemplos?



O Conselho de Segurança da ONU adotou, em 17 de março, uma resolução autorizando ataques aéreos contra as forças de Muamar Khadafi. A resolução foi adotada com dez votos a favor e cinco abstenções. Abstiveram-se todos os países do BRIC – Brasil, Rússia, Índia, China, e mais a Alemanha. Rússia e China, portanto, não fizeram uso de seu direito de veto. Os BRIC articularam-se com base na condenação do uso da força nas relações internacionais e na busca do diálogo.



Ao contrário da expectativa de alguns círculos, a abstenção brasileira significou, no mínimo, que não haverá uma ruptura total com os rumos da política externa antecessora, nem mesmo diante da visita de Obama ao Brasil. A liderança de Dilma Roussef não penderá para o alinhamento automático com os EUA. Como bem salientou Luiz Aberto Moniz Bandeira, a defesa dos interesses nacionais brasileiros não significa, absolutamente, antiamericanismo. A opção brasileira de se abster demonstra maturidade e, sobretudo, coerência.



A resolução contra a Líbia só pôde ser adotada quando os EUA tornaram possível seu não envolvimento direito, delegando a execução das operações militares à França e ao Reino Unido, com o apoio da Liga Árabe, e com base em uma resolução do Conselho de Segurança, precavendo-se assim de reviver a situação ocorrida no Iraque.



A Líbia integrará, portanto, a lista de antigos aliados ocidentais que se tornaram alvos militares por “violação dos direitos humanos”, junto com o Panamá de Manuel Noriega, o Iraque de Saddam Husseim e o Afeganistão do Talibã. De “cachorro louco”, Khadafi passou a amigo do Ocidente quando reconheceu, em 2003, sua responsabilidade no atentado contra o avião da PanAm que explodiu sobre a cidade de Lockerbie, em 1988, deixando 270 mortos, e desistiu de seu projeto de desenvolver armas nucleares. Em 2006, os EUA anunciaram a retirada da Líbia da lista de países terroristas e puseram fim ao seu isolamento internacional, viabilizando contratos milionários na área energética, inclusive com outros importantes países membros da OTAN.



Um dos maiores crimes contra os direitos humanos do século XX, entretanto, ocorreu sob os olhos indiferentes da comunidade internacional, sem que a ONU adotasse quaisquer medidas. Em 1994 a Ruanda, país sem qualquer importância estratégica cravado no coração da África, foi palco de um genocídio perpetrado durante 100 dias por radicais hutus contra tutsis e hutus moderados, resultando na morte de cerca de um milhão de pessoas. Os principais acusados pela indiferença são os mesmos que aprovaram a resolução do Conselho de Segurança contra a Líbia, ou seja, EUA, França e Grã-Bretanha, além da Bélgica.



O Bahrein, por sua vez, está sendo palco dos mais graves protestos da maioria xiita contra a elite sunita desde a década de noventa, que pede o fim da monarquia e a garantia das liberdades democráticas. Nesse caso, não se aventou a possibilidade de discutir a situação no âmbito das ONU, apesar da ocupação do país por tropas da vizinha Árabia Saudita e dos Emirados Árabes. O detalhe que faz a diferença, é que o microestado abriga a V Frota dos EUA responsável por vigiar o petróleo no Golfo Pérsico. A situação no Iêmen, da mesma forma, não mereceu atenção ocidental. A política externa de Barack Obama, portanto, coincide na essência com aquela de George Bush.


Coincidência ou não, a conduta da ONU também difere diante de situações similares, e a lei internacional é aplicada com mais ou menos rigor de acordo com a conveniência. Dois pesos, duas medidas.


LARISSA RAMINA é Doutora em Direito Internacional pela USP e Professora da UniBrasil e da UniCuritiba.

domingo, 20 de março de 2011

Entre serpentinas e rebeliões

Luiz Ricardo Leitão


O carnaval é uma festa pagã do Velho Mundo que remonta à Idade Média. Desde sua origem, ela representa no imaginário popular uma autêntica inversão de valores, aquele lapso de tempo em que os servos da sociedade feudal se tornavam senhores, livrando-se, ainda que momentaneamente, das pesadas atribulações que a opressiva estrutura social lhes impunha. Ao longo dos séculos, o evento assumiria outras conotações no continente europeu, como se pode ver nos famosos desfiles de máscaras de Veneza, mas continuaria a ser uma espécie de catarse em outras partes do planeta, em especial aqui no Novo Mundo, onde o regime colonial subjugou povos nativos, africanos e asiáticos, privando-os dos direitos elementares de inclusão na vida pública.

Cá em Bruzundanga o processo foi ainda mais cruel. Sob o manto do último país escravocrata das Américas, o entrudo se tornaria uma expressão fidedigna de nossa absurda iniquidade social. Afinal de contas, padecendo séculos de pelourinho e chibata, não era de se estranhar que os filhos da senzala saíssem às ruas para descarregar petardos de bosta e urina nos “foliões”, até mesmo sobre sinhô e sinhá – para pasmo das elites e ‘civilizados’ intelectuais. Há certos traços afins com Cuba, onde a escravidão vigorou até 1886 e os povos iorubas serviram como poucos à monocultura do açúcar, mas a Revolução de 1959 conferiu novos signos à festa – e o crítico Período Especial, de fato, diluiu a sua exuberância.

 
Não ouso dizer que onde não há revolução a solução é o carnaval, porque, em realidade, os dois elementos não se contrapõem – e têm decerto mais pontos de contato do que há de supor nossa tosca filosofia. É bem verdade que, enquanto estamos cá a deleitar-nos com confetes e serpentinas, os povos árabes seguem no norte da África e no Oriente Médio a promover rebeliões que inquietam as potências do Ocidente, sequiosas do petróleo que se espalha sob aquele solo e temerosas de que o sentimento anti-imperialista seja mais um combustível motriz das revoltas populares.

Para disfarçar seu mal-estar e confundir a tal ‘opinião pública’, Washington lançou o mantra da “luta por democracia”, saudando as revoluções que promovem o fim das tiranias e exaltando o papel da internet no processo. Essa lenga-lenga, é óbvio, visa a embotar o caráter anticapitalista da revolução árabe e, sobretudo no caso do Egito, subestimar o peso de novos grupos sociais no país, não apenas a Irmandade Muçulmana (em que as mulheres merecem destaque à parte), mas também os sindicatos (que desde 2008 organizam expressivas greves gerais e hoje lutam por um reajuste de R$ 124 para R$ 375), os microempresários (com forte presença feminina nas áreas de informática, confecção e tinturaria) e até a elite acadêmica de classe média (advogados, juízes, diplomatas).

 
Quem dera os Orkuts e Facebooks fossem tão revolucionários quanto Tio Sam deseja fazer crer. Se assim fora, já estaria tudo resolvido em Bruzundanga, um dos campeões mundiais de acesso ao ciberespaço. Não importa sua natureza, tais ferramentas requerem forças sociais organizadas para que surtam efeito – e não poderemos abdicar jamais desta tarefa, sob o grave risco de que o fim de um regime de exploração e opressão não represente uma efetiva mudança na ordem social.

 
De qualquer modo, entre serpentinas e rebeliões, sugiro aos nossos foliões que guardem um pouco de energia para a quaresma. Precisamos botar o bloco na rua para coibir tanta maracutaia que grassa de norte a sul do país, a começar pela turma da pelota e o obscuro imbróglio CBF & Rede Globo, que ameaça implodir de vez o decadente futebol brasileiro. Aliás, quem leu a “defesa” de Ricardo Teixeira contra a punição imposta à CBF pelo escândalo da arbitragem em 2005, em que a entidade considera os torcedores apaixonados meros “analfabetos funcionais”, deveria redobrar sua carga bélica contra o mafioso, sem esquecer, porém, outros coronéis dignos de muita bosta e urina, desde a tchurma do Planalto (Sarney, Kátia Abreu & Cia.) até a malta do agronegócio, que, se não for detida, em breve converterá Bruzundanga numa imensa fazenda de soja e de gado. Evoé, Baco!


Luiz Ricardo Leitão é escritor e professor adjunto da UERJ. Doutor em Estudos Literários pela Universidade de La Habana, é autor de Noel Rosa – Poeta da Vila, Cronista do Brasil e Lima Barreto: o rebelde imprescindível.

Crônica originalmente publicada na edição 419 do Brasil de Fato.

A política externa do imperialismo norte-americano continua em essência a mesma

sexta-feira, 18 de março de 2011

Não à intervenção imperialista na Líbia


Paradoxo norte-americano: Enquanto os Estados Unidos querem uma intervenção militar na Líbia em apoio aos rebeldes, no Bahrein eles estão apoiando a invasão do exército saudita ao país para sufocar as revoltas que reivindicam democracia. Ainda tem gente que acredita em Papai Noel!!!



domingo, 13 de março de 2011

O Cristo que vive entre nós

Por Mauro Santayana

O papa Bento 16, na biografia de Cristo que acaba de publicar [Jesus de Nazaré, da Entrada em Jerusalém até a Ressurreição], decretou, de sua cátedra, que Cristo separara a religião da política. Mais do que isso, participa de um dos equívocos de São Paulo – porque até os santos se enganam – o de que, se Cristo não ressuscitou de entre os mortos, “vã é a nossa fé”. Cristo ressuscitou dos mortos, não em sua carne perecível, mas em sua grandeza transcendental. O papa insiste – e nessas insistências a Igreja sempre se perdeu – em que o corpo de Cristo ainda existe, em toda a fragilidade da carne, em algum lugar, ao lado de Deus. Com isso, o Santo Padre separa Cristo da humanidade a que ele pertence, e o situa no espaço da mitologia dos deuses pagãos.

A afirmação mais grave do Papa, de acordo com o resumo de suas idéias, ontem divulgadas, é a de que política e religião são instituições separadas a partir de Cristo. A própria história do Vaticano o desmente. A Igreja Católica – e todas as outras confissões religiosas – sempre estiveram a serviço do poder político, e em sua expressão mais desprezível. Para não ir muito longe na História – ao tempo da associação entranhada entre os reis, os imperadores e o Vaticano, durante a Idade Média -, bastam os exemplos de nosso século. Os documentos existentes demonstram o apoio da Igreja a ditadores como Hitler, considerado, por Pio XII, como “um bom católico”. Mais recentemente ainda, houve a “Santa Aliança”, conforme a denominou o jornalista norte-americano Bob Woodward, entre o antecessor de Ratzinger e o presidente Reagan, dos Estados Unidos, com o propósito definido de acabar com a União Soviética. Por acaso não se trata de uma escolha política do Vaticano a rápida canonização do fundador da Opus Dei, como santo da Igreja, e o esquecimento de grandes papas, como João 23, e de mártires da fé, como o bispo Dom Oscar Romero, de El Salvador?

A religião sempre esteve na origem e na inspiração da política, e, em Cristo, essa identidade comum se torna ainda mais nítida. O campo da razão em que a fé e a política se encontram é o da ética. A ética é uma exigência da fé em Deus e do compromisso com a vida humana. A política, tal como a identificaram os grandes pensadores, é a prática da ética. A ética política significa a busca do bem de todos. Nessa extrema exegese do que seja a ética, como o fundamento da justiça, a boa política é a da esquerda, ou seja, da visão de igualdade de todos os homens.

Em Cristo, a fé é o instrumento da justiça. Quem quiser confirmar esse compromisso político de Cristo, basta ler os Atos dos Apóstolos, e verificar como viviam as primeiras comunidades cristãs, unidas pela absoluta fraternidade entre seus membros, enfim, uma sociedade política perfeita. Ao negar a essencial ligação entre a fé cristã e a ação política, o papa vai além de seu velho anátema contra a Teologia da Libertação, surgida na América Latina, um serviço que ele e Wojtyla prestaram, com empenho, aos norte-americanos. Ele se soma aos que, hoje, ao separar a política da ética da justiça, decretam o fim da esquerda.

Esse discurso – o de que não há mais direita, nem esquerda – vem sendo repetido no Brasil. Esquerda e direita, ainda que a denominação venha da França revolucionária de 1789, sempre existiram. Na Palestina, no tempo de Jesus, a esquerda estava nos pescadores e pecadores que o seguiam, e a direita nos “fariseus hipócritas”, que, no Sinédrio, e a serviço dos romanos, o condenaram à morte.

O papa acredita que a Igreja sobreviverá à crise que está vivendo. Isso é possível se ela renunciar a toda sua história, a partir de Constantino, e retornar ao Cristo que andava no meio do povo, perdoava a adúltera, e chicoteava os mercadores do templo. O Cristo que ressuscitou dos mortos está ao lado dos que vêem a fé como a realização da justiça e da igualdade, aqui e agora.


FONTE: Jornal do Brasil, 11/03/2011.

sábado, 12 de março de 2011

"Cuba sim, em nome da verdade!" - Assista ao desfile da União da Ilha da Magia



Assista ao desfile da União da Ilha da Magia, campeã do carnaval de 2011 em Florianópolis, tendo como enredo "Cuba sim, em nome da verdade!". É evidente o mal-estar da Globo em transmitir um desfile com uma temática "tão polêmica". O apresentador faz várias tentativas de desqualificar o enredo - a história e os personagens envolvidos.

http://www.youtube.com/watch?v=BLdyozu9a-0&feature=related



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MOBILIZAÇÃO EM DEFESA DE CUBA

Amigos (as)

Acabei de ler e assinar este abaixo-assinado online: «APELO PELA VERDADE E JUSTIÇA»


Pessoalmente, concordo com este abaixo-assinado e acho que você também pode concordar.

Assine o abaixo-assinado e divulgue para seus contatos.

Obrigado,
Marcos Cesar de Oliveira Pinheiro




Abaixo-assinado APELO PELA VERDADE E JUSTIÇA

Para:Excelentíssima Presidenta do Brasil, senhora Dilma Roussef Excelentíssima Presidenta do Brasil, senhora Dilma Roussef

Brasília/DF

"Nenhum governo se sustentará pela força e a violência", diz ministra brasileira

GENEBRA (AFP) - Em pronunciamento na abertura da 16ª Sessão do Conselho de Direitos Humanos da ONU, em Genebra, a ministra brasileira Maria do Rosário Nunes destacou, nesta segunda-feira, "o compromisso da presidente Dilma Rousseff" com essas práticas.


Senhora Presidenta:

Com a proximidade da vinda do Presidente dos Estados Unidos da América, Barak Obama, ao Brasil - prevista entre 12 e 19 de março -, a Associação Cultural José Marti do Estado do Rio Grande do Sul intensifica suas ações para denunciar o criminoso bloqueio mantido pelos governos estadunidenses à Nação cubana, há 49 anos.Também, os permanentes ataques terroristas contra a Ilha desde a vitoriosa Revolução Socialista, em 1959.

Considerando os princípios que norteiam a Declaração Universal dos Direitos Humanos e em defesa da soberania e autodeterminação dos povos, os signatários que subscrevem essa Carta se dirigem respeitosamente a Vossa Excelência para repudiar e expressar preocupação com a impunidade ao terrorismo exercido contra Cuba, presente nas políticas dos sucessivos governos dos EUA.

Os permanentes ataques contra a Ilha ocorrem de forma cruel, na medida em que os Estados Unidos impõe um criminoso bloqueio econômico, comercial, social, cultural, financeiro, tecnológico e internacional. Trata-se da mais prolongada e desumana medida que tenha conhecido a História da Humanidade.

Por que o bloqueio? Como a auto-intitulada "maior democracia no mundo" comete tal agressão contra uma pequena nação do terceiro Mundo? Talvez Cuba tenha pecado em fazer uma Revolução verdadeira, recuperar seus recursos naturais de mãos, principalmente, norte-americanas; eliminar o analfabetismo; garantir educação e saúde a todo o povo; terminar com o domínio neocolonial imposto pelos Estados Unidos durante mais de meio século; despertar sentimento próprio de soberania e orgulho nacional e praticar o internacionalismo e a solidariedade internacional.

Os prejuízos do bloqueio a Cuba, acumulados nestas décadas, superam os 751 bilhões de dólares e são colossais. Mesmo com as medidas publicadas pela Casa Branca, no último dia 14 de janeiro, sobre flexibilização de viagens e remessas de dinheiro em direção à ilha, os Estados Unidos mantêm o embargo intacto. A decisão de Washington limita-se a restabelecer disposições em vigor sob o governo do presidente democrata Bill Clinton (1993-2001) e que foram eliminadas em 2003 pela administração de George W. Bush (2001-2009). Portanto o bloqueio permanece com todo o seu rigor e inclusive foi intensificado no último período, em particular no setor das transações financeiras.

O delito do governo estadunidense também fica evidente, quando mantém, em cárceres privados, há mais de 12 anos, os antiterroristas cubanos Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino e Fernando González, submetidos a uma farsa judicial que impressiona, inclusive, grandes juristas daquele País. Os “Cinco Herois” - como respeitosamente são chamados em Cuba e pelas entidades internacionais de solidariedade – foram presos por agentes do FBI, em setembro de 1998, no Sul da Flórida, ao impedir ataques terroristas contra a Ilha planejados por grupos extremistas cubanos - estadunidenses radicados em Miami. Na época eles conseguiram evitar 170 ataques, todos capitaneados pela CIA. E por defenderem a soberania do seu País e a integridade do seu povo foram condenados a elevadas penas de prisão, em condições desumanas, e inclusive são impedidos de receber visitas de seus familiares.

A nossa percepção é a de que os sucessivos governos dos Estados Unidos da América ainda permanecem apoiando atos que atentaram contra a democracia e instalaram as ditaduras em nossa América Latina e outros países do mundo. Na época, acompanhamos no Brasil as prisões e torturas de muitas companheiras e companheiros, entre eles os desaparecidos e assassinados. Eram prisões injustas, pois penalizavam aqueles e aquelas que tinham como crime a honestidade e o ideal de lutar pelo seu país, por uma sociedade mais justa e igualitária. Lamentavelmente ações como essas ainda ocorrem, e um exemplo é o caso dos “Cinco". E que mundo pode ser possível se silenciarmos diante da falsidade e da barbárie?

Senhora Presidenta, ressaltamos que é cada vez maior o clamor internacional contra o terrorismo que os Estados Unidos da América submete o povo cubano, causando danos físicos e pressões psicológicas, tudo como se não bastassem os sobressaltos permanentes com as ameaças e destruições causadas pelos furacões e as perdas sentidas com a enorme crise que abalou a economia dos países em todo o mundo.

Os apelos visam a esclarecer que, enquanto governos reconhecidamente democráticos se empenham em repudiar os delitos de lesa -humanidade, o governo estadunidense não desiste da perseguição contra Cuba e seu povo. Esses apelos também desvelam mais uma contradição moral do imperialismo, pois ao criminalizar os “Cinco”, paradoxalmente permite que verdadeiros terroristas como Luís Posada Carriles e Orlando Bosch circulem livremente nos EUA sob a sua proteção.

Entre tantas ações de solidariedade, durante os dias 16 a 26 de novembro de 2010, mais de 300 estrangeiros - representantes de 56 países, - entre os quais brasileiros, sendo que 15 gaúchos – participaram, em Cuba, do VI Colóquio pela libertação dos Cinco, realizado na Província de Holguín, e da Brigada Internacional Contra o Terrorismo Midiático, na Província de Caimito. A partir daí atuam unidos, por meio de uma rede social mundial, dispostos a lutar pela democracia, o respeito aos direitos humanos e pelo estabelecimento de um “outro mundo possível”.

Neste sentido a Associação Cultural José Marti do Rio Grande do Sul busca apoios no Estado, e o mesmo ocorre com as demais entidades de solidariedade espalhadas por todo o país. Também, centenas de entidades internacionais realizam atos e enviam correspondências à Casa Branca para que libertem os “Cinco” e acabem de vez com o terrorismo contra Cuba.


O presidente Barak Obama vem ao Brasil e não podemos ficar inertes diante da complacência deste governante perante a mentira e a farsa que se estende, inclusive hoje, no julgamento do terrorista Posada Carriles, tudo para acobertar ações de lesa- lhumanidade cometidas pelos EUA.

Sabemos senhora Presidenta, que será também o tribunal internacional de todas as mulheres e homens honestos do mundo que logrará, com seu clamor de justiça, o fim do criminoso bloqueio contra Cuba e a liberdade definitiva de nossos irmãos cubanos, possibilitando que regressem a sua Pátria e as suas famílias. E por essas cidadãs e cidadãos, pelo respeito à dignidade humana, pela vida e pela liberdade pedimos a Vossa Excelência o apoio, no sentido de reforçar nosso clamor junto ao presidente estadounidense, Barack Obama, no que segue:

a) Que cessem imediatamente as ações terroristas contra Cuba e em cumprimento e respeito a Declaração Universal dos Direitos Humanos sejam libertados os “Cinco” cubanos Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino e Fernando González. Também, que o presidente Barak Obama atenda a cláusula de Condenação ao Terrorismo, constante da Declaração Final aprovada pelos Chefes de Estado, presentes na 20ª Cúpula Ibero-Americana, no dia 4 de dezembro de 2010, em Mar Del Plata, na Argentina, assim descrita: "O terrorismo é visto como ato criminoso e injustificado, pelo que os participantes reafirmam o compromisso de combatê-lo em todas suas formas e manifestações (...)";

b) Que seja cumprido o disposto em 19 sucessivas resoluções aprovadas na Assembleia Geral das Nações Unidas, solicitando ao governo dos Estados Unidos da América o fim do bloqueio contra Cuba, reiterado na Petição aprovada pelos Chefes de Estado presentes na 20ª Cúpula Ibero-Americana, no dia 4 de dezembro de 2010, em Mar Del Plata, na Argentina e,

c) Que seja avaliada a possibilidade de o Ministério das Relações Exteriores debater a causa do povo cubano junto a União de Nações Sul – Americanas – UNASUL.

Confiando no espírito humanitário de Vossa Excelência e na vossa inegável liderança em defesa dos direitos humanos.

Respeitosamente,

Porto Alegre, 03 de março de 2011.
Ricardo Haesbaert, presidente da Associação Cultural José Marti/RS - ACJM/RS e

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sexta-feira, 11 de março de 2011

Hitler de volta a Berlim

Por Francisco Carlos Teixeira (*)




Neste inverno de 2011 a cidade de Berlim hospeda a exposição “Hitler e os alemães: ‘Volskgemeinschaft’ (1) e Criminosos”. O sucesso da exposição foi tamanho que, algo raro para o calendário alemão, a exposição foi prolongada para além do seu término programado (no início de fevereiro de 2011), permitindo a continuada visita de adolescentes e seus professores, jovens e grupos de militares das forças armadas alemães.

Hitler no coração do militarismo alemão

O evento realiza-se na chamada “Zeughaus”, a antiga Casa de Armas do Império alemão (1871-1918), no centro histórico de Berlim (2). O próprio endereço da exposição – na famosa rua Unter den Linden (Sob as Tílias) a poucos metros da “Neue Wache” (a Guarda Nova) – é sintomático. Este vasto espaço da cidade de Berlim, entre o Sigsäule – a Coluna da Vitória, construída após a vitória alemã contra os franceses em 1871 (e montada com os canhões franceses tomados na Batalha de Sedan) - e a Ponte do Castelo, onde ficava o castelo imperial da dinastia Hohenzollern, passando pelo Arco do Brandenburgo, foi palco dos principais eventos de massa organizados pelo regime nazista (em verdade pelo ministro da informação e propaganda, Joseph Goebbels). Foi neste espaço histórico, carregado de eventos, alguns bastante tenebrosos, que um grupo de historiadores e museólogos resolveu instalar a exposição sobre Hitler.

Uma exposição sobre o silêncio

Na própria exposição fotos e filmes do período nazista mostram as marchas massivas, na maioria dos casos noturnas com tochas nas mãos, nas quais milhares de alemães das SA e das SS desfilavam para impressionar e seduzir as massas alemães naquele mesmo local. Há poucos metros da Zeughaus, hoje transformada em Museu Histórico Alemão – da mesma forma que no Rio transformamos a antiga Casa do Trem em Museu Histórico – ficava o Palácio Imperial, sede do governo durante o Império e a República de Weimar (1919-1933), onde Hitler fez inúmeros de seus discursos. Toda a área seria objeto, após a suposta vitória alemã na Segunda Guerra Mundial, de ampla remodelação, gigantesca e inumana, organizada por Albert Speer, o arquiteto de Hitler, a fim de transformar Berlim em símbolo do poder ariano e na mais portentosa capital da Europa.

Na verdade, o conjunto arquitetônico foi duramente bombardeado por ingleses e americanos durante o chamado “Der Brand” – o Incêndio, como a historiografia alemã denomina as conseqüências da estratégia aérea do General (inglês) Harris contra o Terceiro Reich. Mais tarde, em 1945, foi palco central da Batalha de Berlim, quando finalmente os soviéticos conquistaram a capital do Terceiro Reich e puseram fim ao “Império de mil anos” de Hitler.

Tal escolha e centralidade da realização da exposição são importantes e eloqüentes e faz parte da própria concepção do evento. Na verdade, “Hitler e os alemães” possui um claro objetivo, ao mesmo tempo histórico e político.

Por que voltar a Hitler?

Para os realizadores da exposição trata-se de mudar o foco dos debates e da forma de expor e retratar Hitler e o Terceiro Reich (3). Para estes, a maior parte das exposições, eventos e livros estão centrados na própria figura de Hitler, na sua biografia e na sua “carreira”. Hitler surgeria assim como a personificação do mal. Mas, o Terceiro Reich foi obra solitária de Hitler? Caberia, para mudar o foco considerado insuficiente, responder a uma dupla pergunta: Por que Hitler foi possível? E, em segundo lugar, qual o significado da escolha de Hitler – e foi uma escolha, conforme os organizadores – pelo povo alemão em 1933? E por que continuaram a apoiá-lo até o fim em 1945?

Assim, a centralidade da própria figura de Hitler deveria ser deslocada em favor daqueles que o escolheram e das condições em que tal escolha foi feita. Exposições anteriores, mesmo as mais importantes, e grandes livros que marcam a literatura vastíssima sobre o Terceiro Reich encontram-se por demais centradas na figura do próprio Führer – como a grande e documentada biografia de Joachim Fest ou o filme “A Queda”. Não seria isso produto da própria propaganda nazista?

Trabalhando para Hitler

Livros fantásticos como de Karl-Dietrich Bracher, Joaquim Fest, Hans Mommsen ou Ian Kershaw (4) – este recentemente editado no Brasil com um bom trabalho de tradução e de composição – buscam no próprio Hitler a explicação do fenômeno do nazismo. A participação da massa alemã – afinal 33% da população adulta votou no Partido Nazista em 1933 – originaria, no âmbito da discussão chamada “A Querela dos Historiadores” (o chamado “Historikerstreit”), a discutir muitio mais o papel do ditador do que as condições de exercício do poder pelo Partido Nazista e seus aderentes. Teses novas, e intensos debates entre professores universitários alemães nos anos 80 e, um pouco mais tarde, desembocaram na já célebre explicação defendida por Ian Kershaw. Trata-se da idéia de um amplo grupo de pessoas que se dedicaram a “working for Hitler” – trabalhar para Hitler. Uma adesão livre da população e expontânea, definida a partir de demandas e comandos superiores, no mais das vezes do próprio Führer.

A questão principal colocada pela exposição, de forma clara e direta, remete a adesão e entusiasmo com que a população alemã participou do Terceiro Reich. Ao lado do fenômeno já amplamente estudado e sobre o qual paira uma boa concordância, chamado de “Gleichhaltung” da sociedade alemã nos primeiros anos do nazismo (1933 até 1936) – ou seja, o conjunto de medidas tomadas pelo Estado nazista visando organizar a sociedade conforme as idéias propostas pelo nacional-socialismo. Nicos Poulantzas, numa obra já antiga – e em vários aspectos superada – denominou a “Gleichhaltung” como “processo de fascistização”.

Ora, os organizadores da exposição propõem além da “Gleichhaltung” – sob comando do Estado, portanto de cima para baixo – uma “Selbstgleichaltung”, ou seja, um processo de fascistização comandado e assumido pela própria (“selbst”) sociedade.

Questionado o silêncio

Assim, a resposta da questão dupla acima colocada voltar-se-ia para a própria sociedade alemã, buscando estabelecer nos desejos, esperanças e frustrações do povo alemão a adesão para com o nacional-socialismo. Os textos e guias da exposição não temem utilizar a expressão “cooperação” – “mitmachen” – para dar conta da relação entre povo, partido e seu Führer.

Eis aqui um passo importante e original no debate historiográfico. Tradicionalmente a posição de historiadores e políticos alemães (em especial na República Federal) colocava os próprios alemães como vítimas do nazismo. Desde Konrad Adenauer (primeiro chanceler da república Federal) a derrota de 1945 é descrita como a “libertação” dos alemães, alterando profundamente o próprio sentido da história. Para outros, bem ao contrário, havia uma “culpa coletiva” que recobria, com um manto de infâmia, todos os alemães.

Na exposição “Hitler e os alemães” existe uma gradação muito clara de “Faszination” e de “Cooperação” (“mitmachen”) até a aprovação (“billigen”) dos próprios crimes do nazismo, bem como de oposição e resistência (fatos diferenciados) e que implica em plena consciência dos contemporâneos de Hitler sobre o fenômeno que vivenciavam, bem como sua natureza violenta e a compreensão do alcance criminoso do nazismo.

O pretenso poder de Hitler foi, desta forma, preencher as expectativas e esperanças pré-existentes do povo alemão, não sendo ele mesmo o “autor” ou “produtor” de tais expectativas.

A própria aceitação, com entusiasmo, frieza ou simplesmente oportunismo, do conceito de “Volskgemeinschaft” por parte do povo alemão implicava na cooperação com o nazismo. A noção de “comunidade do povo”, conforme construído sob o nazismo, teria em seu núcleo uma promessa real de violência.

A adesão

Neste sentido na vigência das noções de decorrentes de “Volksgemeischaft” – tais como a pureza do sangue ariano, a exclusão de deficientes e de “diferentes” de todo tipo, a substituição dos conflitos de classe pela cooperação entre os membros da raça superior – plena de violência normativa impregnava a sociedade alemã de forma brutal.

Conforme os organizadores, tal violência não era, de forma alguma, decorrente de ordens e decisões “nur von homem” – apenas vindas “de cima”, demandadas de forma implícita ou explicita pelo regime e seus diversos pequenos “Führers” setoriais e regionais. A violência era produzida – no processo de exclusão social produzido pela aceitação voluntária das nações de “Volksgemeischaft” - através de um processo oriundo, ou mesmo antecipado, das próprias bases da sociedade alemã – “durch Prozesse an der Basis”.

Esta é, sem dúvida, uma discussão dura e amarga e que envolve o povo alemão. Mas, a análise direta e responsável do grupo de pedagogos e historiadores que o organizaram a exposição implica numa ampla capacidade comparativa com todas as demais ditaduras. Eis aí um ponto de largo interesse com a América Latina. A questão central estaria, neste caso, em se perguntar se o processo de consumação da violência nas ditaduras é, de alguma, forma diferente ou comparável. Em verdade, se tivermos em mente as experiências históricas das ditaduras latino-americanas – sejam aquelas dos anos 30/40 do século XX ou as ditaduras militares dos anos 60/80 - poderíamos nos perguntar sobre a mesma, em escalas diferenciadas, adesão das sociedades latino-americanas ao processo de violência quotidiana desencadeado pela possibilidade de excluir e punir indivíduos considerados diferentes. Em graus diferentes é um debate recorrente em todos as ditaduras.

NOTAS

(1) O termo “Gemeinschaft!” é de difícil tradução no seu sentido histórico. Embora tenha sido criado pelo sociólogo alemão Tönnies, ainda no século XIX, e seguidamente utilizado no sentido de “comunidade”, em oposição à sociedade, descrevendo sociedades de solidariedade mais mecânica e autoritária, enquanto a sociedade seria mais orgânica e eletiva, no Terceiro Reich assumiu um significado profundamente ideológico representando o conjunto do povo alemão – o Volk – constituído pelo conjunto da população ariana, de sangue superior, na Europa, englobando alemães, austríacos, alemães dos Sudetos e outras populações de sangue ariano. Na exposição este sentido é retomado para recobrir o conjunto da sociedade alemã que aderiu de forma voluntária – passiva ou ativamente – ao nacional-socialismo.

 

(2) Trata-se de um amplo conjunto arquitetônico construído em pesado estilo barroco a partir de 1706 para ser a armaria do rei da Prússia. Foi amplamente reformada em 2003 pelo famoso arquiteto I.M.Pei, ganhando novas alas modernas e uma ampla cúpula de vidro. Lá estão, em exposição permanente, os principais fatos da história contemporânea alemã, incluindo a guerra e o Holocausto. Há poucos metros fica a Neue Wache ( a Nova Guarda ), construída em 1816 pelo famoso arquiteto prussiano Karl Friedrich Schinkel e cenário de coreográficas manifestações do militarismo prussiano. Hoje a Neue Wache é um monumento às vítimas da guerra, com uma bela escultura de Käthe Kollwitz substituindo os símbolos militares do Reich.

 

(3) Os organizadores da exposição são os professores Hans-Ulrich Thamer, da Universidade de Munster; a museóloga do Museu Histórico de Berlim Simone Erpel e o arquiteto Klaus-Jürgen Sembach, com a cooperação de historiadores como Michael Sturm.

(4) Estamos aqui conscientemente excluindo do debate a tese de Daniel Goldhagen sobre a predisposição histórica da população alemã ao Holocausto, conforme expressa em “Os carrascos voluntários de Hitler”, por sua vaguidão histórica, ausência de pesquisa própria e caráter sensacionalista.

(*) Professor Convidado da Universidade Técnica de Berlim